El nuevo gobierno de Emmanuel Macron ha logrado sobrevivir en el parlamento a través de un compromiso con los socialistas sobre la reforma de las pensiones. Macron apoyó la decisión del primer ministro Sébastien Lecornu de suspender los planes para aumentar la edad mínima de jubilación de 62 a 64 años, reconociendo que, aunque esta medida es actualmente una necesidad, deberá implementarse en el futuro. El presidente mencionó que un referéndum sobre este tema podría ser posible, pero debe haber un acuerdo previo. La decisión de suspender la reforma, que ha generado protestas masivas y es impopular, podría asegurar la supervivencia del gobierno de Lecornu, que recientemente pasó una moción de censura por un margen estrecho. Lecornu explicó que esta suspensión es una oportunidad para reabrir las discusiones, mientras que Macron subrayó que la reforma sigue siendo esencial para el futuro del sistema de pensiones en Francia. Las críticas del líder de la izquierda, Jean-Luc Mélenchon, han subrayado que la reforma no está derogada, sino solo aplazada, pidiendo un enfoque más realista del problema.
21 octubre 15:52
Internacional
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