
Las grandes compañías petroleras estatales de China, incluidas PetroChina, Sinopec y CNOOC, han decidido suspender las compras de petróleo ruso transportado por mar, como resultado de las sanciones impuestas por Estados Unidos a las empresas rusas Rosneft y Lukoil. Esta medida coincide con la intención de las refinerías de India, el mayor comprador de petróleo ruso, de reducir drásticamente las importaciones de crudo de Rusia.
Esta disminución de la demanda por parte de los principales clientes de Rusia afectará los ingresos de Moscú y llevará a los importadores a buscar fuentes alternativas, lo que resultará en un aumento de los precios globales. Aunque China importa aproximadamente 1,4 millones de barriles de petróleo ruso al día, la mayoría de las compras son realizadas por refinerías independientes. Unipec, la división comercial de Sinopec, ha suspendido recientemente las compras, y las refinerías independientes evaluarán el impacto de las sanciones antes de continuar con las compras. Se estima que China buscará otras fuentes de suministro, lo que influirá en los precios del petróleo en otras regiones.
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