
Péter Szijjártó declaró que Hungría sufriría si se interrumpiera el acceso a la energía rusa, reafirmando que su país no cederá a las presiones externas en lo que respecta al suministro de energía. En el marco de una visita a Moscú, Szijjártó participó en el foro Semana de la Energía Rusa, destacando las divergencias entre Budapest y la mayoría de los estados de la OTAN respecto a las relaciones con Rusia. Hungría ha continuado dependiendo de la energía rusa tras la invasión de Ucrania, atrayendo críticas por parte de sus aliados en la UE y la OTAN. Además, subrayó que las entregas desde Rusia han sido constantes y que Hungría firmó un acuerdo de 15 años para la compra de gas ruso. El primer ministro Viktor Orban advirtió que renunciar a la energía rusa sería devastador para la economía del país.
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