La Asamblea Nacional de Francia votó el miércoles, con una mayoría significativa, la suspensión de la reforma de pensiones adoptada en 2023, que preveía el aumento de la edad de jubilación de 62 a 64 años. La votación fue de 255 a favor y 146 en contra, contando con el apoyo de los socialistas, ecologistas y Rassemblement National, mientras que los partidos Francia Insumisa y los comunistas se opusieron, considerando que solo se está posponiendo la aplicación de la reforma.
El primer ministro Sébastien Lecornu propuso suspender la reforma hasta 2027 para superar el bloqueo político. La suspensión mantendrá la edad de jubilación para la generación nacida en 1964 en 62 años y 9 meses, en lugar de 63 años, y reducirá el número de trimestres de cotización. Los costos de la suspensión se estiman en 300 millones de euros en 2026 y 1,9 mil millones en 2027, en el contexto de que Francia enfrenta un alto déficit público.
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