Estas elecciones son cruciales para el primer ministro Mohammed Shia al-Sudani, quien aspira a un segundo mandato. El contexto actual está marcado por temores relacionados con un posible conflicto entre Israel e Irán, así como por ataques a grupos apoyados por Irán en Irak.
Esta es la séptima ronda de elecciones desde la invasión de 2003, que llevó a una guerra civil sangrienta y a la aparición de grupos extremistas. Aunque la violencia ha disminuido, los iraquíes ahora enfrentan problemas económicos, como la falta de empleos y servicios públicos deficientes. Las elecciones incluirán 7,744 candidatos de diversos partidos, con una participación electoral en constante disminución, alcanzando un mínimo histórico del 41% en 2021. Según la ley, el 25% de los escaños parlamentarios están reservados para mujeres, y las minorías religiosas tienen asignados nueve escaños.