El Banco Central Europeo (BCE) señala que el alto déficit presupuestario de los Estados Unidos, estimado en 5,9% del PIB en 2025, y la introducción de aranceles tendrán consecuencias negativas sobre la estabilidad financiera de Europa. Estados Unidos se enfrenta a la necesidad de pedir grandes sumas prestadas para financiar sus gastos, lo que genera preocupaciones sobre su capacidad para reembolsar la deuda a largo plazo, especialmente en el contexto de las altas tasas de interés.
El déficit de la balanza por cuenta corriente de EE. UU., que indica que el país gasta más en el extranjero de lo que gana, contribuye al desequilibrio comercial y a la dependencia del capital extranjero. Un dólar más débil podría afectar la competitividad de los exportadores europeos, amplificando los efectos de los aranceles impuestos por EE. UU. El BCE advierte que los mercados financieros globales, influenciados por los desarrollos en EE. UU., podrían sufrir perturbaciones, generando fluctuaciones cambiarias caóticas y costos de financiamiento variables para los estados y empresas europeas. Aunque la incertidumbre en la política comercial se ha reducido, las tensiones comerciales siguen siendo una parte integral del paisaje económico global.