.webp)
El canciller alemán Friedrich Merz se enfrenta a críticas severas por sus comentarios controvertidos sobre migrantes y refugiados, que hizo la semana pasada, insinuando que estos han tenido un impacto negativo en la apariencia de las ciudades alemanas. A pesar de la reacción inmediata, Merz insistió en sus declaraciones, sugiriendo que la gente debería preguntar a sus hijas sobre lo que quiso decir, lo que fue interpretado por algunos como racista, sugiriendo que los hombres inmigrantes serían más propensos al acoso sexual.
Tim Klüssendorfbei, el secretario general de los Socialdemócratas (SPD), subrayó la importancia de discutir los problemas en Alemania, pero advirtió contra las simplificaciones y generalizaciones. Críticas similares también vinieron de la CDU, donde el legislador Dennis Radtke pidió un estilo más adecuado por parte del canciller, subrayando su responsabilidad de mantener la cohesión de la sociedad. Radtke agregó que problemas como la dependencia de drogas y la falta de vivienda no pueden resolverse mediante deportaciones, sino que deben abordarse adecuadamente.