La aprobación llegó después de que Boeing aceptara vender ciertos activos de Spirit para abordar las preocupaciones relacionadas con la competencia. La transacción, anunciada el año pasado, tiene como objetivo optimizar las operaciones de Boeing y mejorar el control de calidad, teniendo en cuenta que el gigante había externalizado anteriormente la producción de algunos componentes clave a Spirit.
La Comisión Europea advirtió que la adquisición podría reducir significativamente la competencia en el mercado global de estructuras aeronáuticas. Para responder a estas preocupaciones, Boeing venderá las divisiones de Spirit que suministran piezas para Airbus y la fábrica en Malasia que produce estructuras para este competidor. La transacción también requiere la aprobación de las autoridades estadounidenses y se espera que se finalice en este trimestre.
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