
Australia ha acusado a China de un incidente peligroso en el que un avión chino de tipo Su-35 lanzó cohetes de señalización cerca de un avión de patrullaje P-8A australiano, durante una misión de vigilancia sobre el Mar de China Meridional. El Ministerio de Defensa australiano ha expresado serias preocupaciones sobre las acciones de Pekín, calificándolas de inseguras y poco profesionales.
Afortunadamente, la aeronave australiana no sufrió daños, y la tripulación permaneció ilesa. China ha reaccionado, acusando a Australia de entrar ilegalmente en su espacio aéreo y afirmando que sus acciones fueron legítimas. El incidente ocurre antes de la visita del primer ministro australiano Anthony Albanese a EE. UU., donde discutirá sobre la asociación de defensa Aukus. Este es el tercer incidente similar en menos de un año, destacando las crecientes tensiones entre los dos países.