En total, Rumanía y Polonia han retenido a ocho personas sospechosas de estar implicadas en actos de sabotaje coordinados por Rusia, anunciando que tres de ellas están relacionadas con un nuevo plan de envío de paquetes explosivos hacia Ucrania. Las autoridades europeas acusan a Rusia de utilizar paquetes explosivos transportados por empresas de mensajería para provocar explosiones en rutas comerciales.
Polonia ha reportado ataques cibernéticos e incendios como parte de una guerra híbrida por parte de Rusia. El Servicio Rumano de Información (SRI) ha confirmado que ha prevenido una operación de sabotaje, involucrando a dos ciudadanos ucranianos que planeaban la destrucción de una sede de la empresa NOVA POST en Bucarest. Estos fueron monitoreados y arrestados, teniendo a su disposición dispositivos incendiarios disimulados en paquetes. El SRI ha subrayado la complejidad del modus operandi de los saboteadores, que incluye el uso de sustancias inflamables y medidas de autoprotección específicas de los servicios de información. Las investigaciones continúan para descubrir los vínculos de estos individuos con las redes de sabotaje rusas.
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