
El portavoz del Ministerio de Comercio, He Yongqian, declaró que la interpretación estadounidense distorsiona las medidas de China, generando malentendidos. Pekín justificó las restricciones por la necesidad de proteger la seguridad nacional y prevenir el uso abusivo de estos minerales en aplicaciones militares. Al mismo tiempo, China expresó su disposición a mantener conversaciones comerciales con EE. UU.
La administración Trump, por otro lado, busca reducir la dependencia de China mediante el desarrollo de una industria interna de tierras raras y acusó a Pekín de manipular los precios. El secretario del Tesoro de EE. UU. subrayó la necesidad de una política industrial firme para contrarrestar la economía "no de mercado" de China.
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