A partir del 1 de enero, la suscripción anual que ofrece acceso a los 63 parques nacionales de Estados Unidos aumentará significativamente, de 80 dólares a 250 dólares para las personas que no son residentes en EE. UU. Además, aquellos que no posean esta suscripción estarán sujetos a una tarifa adicional de 100 dólares en las entradas a parques famosos, como el Gran Cañón, Yosemite o Yellowstone. Estos cambios son justificados por la administración Trump como una forma de priorizar el acceso de los estadounidenses a estos sitios, muchos de los cuales están incluidos en el patrimonio de la UNESCO.
Asimismo, para fomentar el turismo nacional, el Departamento del Interior introducirá 'días patrióticos', en los que el acceso será gratuito para los residentes estadounidenses, incluyendo el Día del Presidente. Hasta ahora, las tarifas eran idénticas para residentes y extranjeros.