El gobierno alemán, presidido por Friedrich Merz, mantendrá estrictas medidas fronterizas, incluida la devolución de inmigrantes indocumentados, a pesar de una sentencia judicial en sentido contrario.

El ministro del Interior, Alexander Dobrindt, ha anunciado que Alemania mantendrá los controles fronterizos y el rechazo de solicitantes de asilo indocumentados, a pesar de que un tribunal ha dictaminado que esta política es ilegal. La medida es una reacción a la presión política de la extrema derecha, que ha ganado popularidad. Dobrindt subrayó que la política migratoria ha cambiado, ya que Alemania pretende frenar la inmigración ilegal, y anunció nuevas deportaciones de delincuentes procedentes de Siria y Afganistán.