Los anuncios de descuentos agresivos de las cadenas de supermercados Albert Heijn y Colruyt han llevado a un rápido vaciamiento de los estantes, llamando la atención del ministro de Protección del Consumidor, Rob Beenders. Este ha solicitado a la Inspección Económica que investigue si las promociones cumplen con las regulaciones legales, subrayando que una gestión deficiente de las ofertas afecta a los consumidores y a los pequeños comerciantes.
Albert Heijn, parte del grupo Ahold Delhaize, ha ofrecido descuentos en productos como detergente y pasta de dientes, pero la venta a pérdida está prohibida en Bélgica. Beenders afirmó que la investigación tiene como objetivo asegurar una competencia leal y que todos los actores deben respetar las mismas reglas. Los representantes de los supermercados independientes han advertido que estas campañas pueden crear una espiral perjudicial para el sector, y algunas organizaciones piden regulaciones más estrictas, inspiradas en la legislación francesa. Beenders insistió en que los descuentos son beneficiosos, siempre que sean justos.