Una estadística de la Asociación Energía Inteligente (AEI) sitúa a Rumanía en el puesto 21 del mundo en cuanto al precio de la electricidad, que es 70 veces más caro que en Irán, donde se vende la electricidad más barata del mundo, y 58 veces más barato que en las Islas Bermudas, donde se vende la electricidad más cara. El alto precio se genera por factores internos, como la insuficiente capacidad de producción, las grandes pérdidas en los sistemas de transporte y distribución, así como los altos costos de los certificados de emisiones de CO₂. Además, las medidas de transición hacia fuentes renovables requieren grandes inversiones, y las variaciones en la producción de fuentes renovables afectan los costos.
Las causas externas incluyen el aumento de la demanda de energía en el sureste de Europa, el deterioro de la infraestructura energética en Ucrania y el aumento del precio del gas natural. La guerra en Ucrania ha influido en las cadenas de suministro y los mercados energéticos. Aproximadamente el 32% - 45% de la población se ve afectada por la pobreza energética, y el 20% de los hogares consume menos de la mitad de la media nacional. Los altos precios de la energía afectan la competitividad de las empresas y reducen las inversiones, lo que puede llevar a una estancamiento económico.
Fuentes