Siegfried Mureșan, europarlamentario del PNL, criticó al PSD por su constante oposición a las reformas, afirmando que el partido utiliza la creación de grupos de trabajo y burocracia para evitar la solución de los problemas. Subrayó que la mayoría de los rumanos desean reformas y modernización, y si el PSD continúa defendiendo las injusticias, perderá ante el AUR, un partido extremista.
Mureșan subrayó que una Rumanía no reformada seguirá siendo pobre y dividida, mientras que un país reformado será unido y fuerte. En este contexto, el presidente interino del PSD, Sorin Grindeanu, anunció la intención de formar un grupo de trabajo para abordar los problemas relacionados con las pensiones de los magistrados, sin solicitar la dimisión del primer ministro.
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