Dos agentes de policía penitenciaria han sido detenidos, acusados de haber procurado drogas de alto riesgo para venderlas a los reclusos de Jilava y de haber introducido ilegalmente teléfonos móviles en la prisión. Junto a ellos, otros cuatro inculpados están siendo investigados, de los cuales dos han sido detenidos y dos están bajo control judicial.
Como resultado de las búsquedas realizadas, se descubrieron más de 40 dosis de sustancias en polvo, jeringas, escritos, dinero y otras pruebas. La investigación reveló que, entre julio y octubre de 2025, los policías violaron la ley sobre la ejecución de penas, facilitando el acceso a drogas y teléfonos móviles para los reclusos. El miércoles, el tribunal decidirá sobre la propuesta de prisión preventiva por 30 días. La acción fue coordinada por la Dirección de Investigación de Delitos de Criminalidad Organizada y Terrorismo, con el apoyo de la policía y la gendarmería.
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