Según los documentos internos obtenidos por Reuters, Meta ha estimado que aproximadamente el 10% de sus ingresos totales, equivalente a 16 mil millones de dólares en 2023, provienen de anuncios fraudulentos. El informe sostiene que, en los últimos tres años, Meta no ha logrado proteger adecuadamente a los usuarios de anuncios engañosos que promueven juegos de azar ilegales, esquemas de inversión falsos y productos médicos prohibidos.
Estas estafas atraen a los usuarios con promesas falsas, con el objetivo de obtener dinero o información personal. Aunque Meta ha desarrollado herramientas para detectar campañas publicitarias potencialmente fraudulentas, la compañía suspende las cuentas de los anunciantes solo cuando tiene un 95% de certeza de que la actividad es fraudulenta. En la mayoría de los casos, Meta aumenta los costos publicitarios para los anunciantes sospechosos, lo que lleva a ingresos adicionales cuando estos continúan comprando anuncios.