El FCSB ha sufrido humillantes derrotas en Europa, que han puesto de manifiesto la falta de reservas competitivas y la debilidad de los jugadores.

El FCSB ha pasado de ser el orgullo del fútbol rumano en Europa a una serie de vergonzosas derrotas ante equipos inferiores como Andorra y Macedonia del Norte. A pesar de tener buenos momentos en los partidos, el equipo mostró falta de profundidad en la plantilla, con jugadores como Perianu y Ștefănescu rindiendo poco. Por el contrario, el rival sacó del banquillo a jugadores valiosos, lo que puso de manifiesto las diferencias entre ambos equipos.