Radu Miruță, el ministro de Economía, discutió sobre la necesidad de despidos en la administración central, mencionando que el estado ya no puede permitirse grandes gastos salariales. Propuso una reducción del 10% de estos gastos, sin afectar los salarios de todos los empleados. Los despidos se basarán en el profesionalismo y el volumen de trabajo, teniendo en cuenta que algunos empleados no cumplen con sus tareas adecuadamente.
"No es una satisfacción para mí despedir a la gente. Sin embargo, miro al ministerio, estoy 14 horas al día, algunos son muy buenos, pero algunos... les envías tres veces el documento de vuelta y lo escriben con el mismo error. Y no porque no quieran, sino porque no han hecho un examen de verdad cuando llegaron allí. Trabajar en el Gobierno de Rumanía debería ser un estándar", afirmó Radu Miruță, el miércoles por la noche, en Digi 24.
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