Ludovic Orban, consejero presidencial, declaró que la posición de los magistrados frente a la reforma de las pensiones especiales es completamente irrazonable. Subrayó que, si los magistrados no aceptan las condiciones de la reforma, podría ser necesaria una revisión de la Constitución para imponer un sistema único de cálculo de pensiones, basado en las contribuciones de cada empleado. Orban mencionó que el Gobierno debería adoptar el proyecto de ley en su forma final, teniendo en cuenta que las discusiones con los magistrados han sido abiertas en la esperanza de evitar ataques al Tribunal Constitucional. Se mostró pesimista respecto a las posibilidades de que el proyecto no sea impugnado nuevamente. El primer ministro Ilie Bolojan anunció que el nuevo proyecto será presentado la próxima semana, subrayando la importancia de obtener un dictamen rápido del CSM. Bolojan añadió que los detalles finales del proyecto se establecerán pronto, y las decisiones se anunciarán después de las consultas en la coalición.
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