El ex presidente del PSD, Liviu Dragnea, reaccionó después de que el líder interino del partido, Sorin Grindeanu, declarara que no lo había invitado al Congreso debido a una supuesta prohibición. Dragnea denunció esta afirmación como una mentira, explicando que Grindeanu preguntó a un conocido en común si debería invitarlo, pero fue advertido de que podría subir al escenario y hablar, lo que podría perturbar el Congreso.
El ex primer ministro sostiene que no tiene ninguna prohibición y que la verdadera razón por la que no fue invitado es el miedo a no revelar la verdad sobre la dirección del partido. Dragnea subrayó que no tenía intención de comentar sobre el Congreso, considerándolo una parodia política, pero sintió la necesidad de responder a las acusaciones de Grindeanu, que considera hipócritas.
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