Recientemente, Nicușor Dan hizo un llamado a las empresas privadas para que contribuyan con políticas y leyes para el estado, argumentando que la administración pública no tiene la capacidad de transformar ideas en principios. Esta declaración ha suscitado reacciones diversas, especialmente por parte de la izquierda intelectual, que lo ha criticado. Iulian Fota, exasesor de seguridad nacional durante el mandato de Traian Băsescu, comentó que el llamado de Dan refleja un estancamiento en la modernización del estado, comparándolo con una señal de SOS que permite a cualquiera tomar el control. Fota subrayó la necesidad de que el presidente se convierta en un "presidente-comandante" en situaciones de crisis, sugiriendo que Rumanía necesita un liderazgo más decisivo ante los desafíos actuales.
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