
La semana pasada escribía sobre los datos de INSCOP de septiembre y los invitaba a observar cómo se distribuye la desconfianza en la dirección de evolución del país entre los públicos de los diferentes partidos. Allí encontrábamos, más allá de las posiciones o discursos de los partidos, un recorte de opinión muy interesante respecto a esta particular forma de descontento, y veíamos que los votantes del PSD y AUR comparten un grupo, mientras que los de USR y PNL otro. Es un hecho.
Más adelante, la pregunta es cuán profunda es esta asociación de opinión. ¿Cuántos puntos de convergencia hay entre el público de AUR y el público de PSD?
Repetida en octubre, la misma pregunta como la mencionada anteriormente muestra un descontento similar distribuido con la dirección en la que va el país (ligeramente menor que en septiembre, pero no podemos saber si la disminución es relevante). Los votantes de USR y PNL creen más bien que el país va en una dirección buena (aunque con diferencias de cifras entre ellos), mientras que los votantes de AUR y los del PSD creen en porcentajes abrumadores que la dirección es incorrecta. Situación como la expuesta el mes pasado, por lo tanto – no importan pequeños cambios de porcentajes.
El mismo Barómetro informat.ro realizado por Inscop a principios de octubre también pregunta sobre la forma en que los rumanos se relacionan con las elecciones recién pasadas de R. Moldova. En general, los rumanos ven positivamente el resultado de las elecciones de R. Moldova (58-59%), alrededor del 20% tiene una opinión negativa sobre este, y aproximadamente el 20% está desinteresado. Si estudiamos estas cifras en relación con las opciones de voto, vemos que los votantes de USR son 92% favorables al resultado de las elecciones de más allá del Prut, mientras que entre los votantes de PSD y PNL aparece una favorabilidad de 71, respectivamente 85%.
Los votantes de AUR parecen más bien descontentos impresionados por el resultado de Chisináu (39% no aprueban el resultado, 39% lo aprueban, más un porcentaje significativo de indecisos). Lo más probable es que aquí intervenga un malentendido de la posición del partido favorito de estos (AUR) respecto a la situación en R. Moldova.
Observamos que aquí ya no tenemos una unidad de público entre los votantes de AUR y PSD, como en la pregunta sobre la dirección en la que evoluciona el país. La lección es simple. Cuanto más complicada es la temática, más difícil aterrizan los mensajes simples de lo que fueron proyectados.