19 marzo 16:21
La palabra "campesino" ha pasado de ser un símbolo de identidad nacional a un término despectivo en el contexto del deterioro de las condiciones de vida y la estigmatización de la población rural.
Călin Nicolescu

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Foto Pixabay
En Rumanía, el "campesino" fue idealizado en su día como símbolo cultural y nacional. Hoy, sin embargo, este término tiene connotaciones negativas, reflejo de una precaria realidad económica y social en las zonas rurales. Aunque Rumanía ya no es el país más rural de la UE, muchos pueblos se enfrentan a graves problemas, como la pobreza, el acceso limitado a los servicios y unas infraestructuras deficientes. La agricultura, principal sector económico de las zonas rurales, es ineficiente y muchos de los que se dedican a ella viven en condiciones de subsistencia. Esto ha llevado a una estigmatización de la población rural, que se siente marginada e invisible en los debates públicos.