En Transnistria, los estudiantes de los grados décimo y undécimo reciben formación militar, parte de una estrategia de adoctrinamiento de los jóvenes.

A partir del nuevo año escolar, los estudiantes de Transnistria continúan la preparación militar obligatoria, con la disciplina 'Instrucción militar básica' introducida en el programa escolar. Las actividades incluyen campamentos de preparación militar y competiciones con temática militar, con el objetivo de inculcar lealtad hacia el régimen de Tiraspol. Promo-LEX advierte sobre la militarización de la educación y la adoctrinamiento ideológico, subrayando la implicación de unidades paramilitares en las actividades escolares. Esta situación forma parte de la estrategia del régimen apoyado por la Federación Rusa, y la reintegración de la región requerirá medidas de protección contra la propaganda.