El Consejo de Ministros ha aprobado un decreto-ley por el que se prohíbe el uso de teléfonos inteligentes a los alumnos de los ciclos I y II en los centros escolares, a partir del próximo curso.

El Gobierno ha decidido prohibir el uso de teléfonos inteligentes en las escuelas a los alumnos de primer y segundo ciclo, basándose en un estudio que demuestra que la prohibición ha hecho disminuir el acoso y la indisciplina. La medida se aplica tanto a las escuelas públicas como a las privadas. El estudio también constató un aumento de la socialización y la actividad física entre los alumnos. Los directores de los centros pidieron una aplicación gradual de las normas, dadas las dificultades para controlarlas.