.webp)
El lunes, los presidentes lituano y polaco, Gitanas Nausėda y, respectivamente, Karol Nawrocki, participaron en la ceremonia de inauguración de un tramo moderno de 40 kilómetros de la carretera Via Baltica, también conocida como E67. Esta forma parte de un corredor vital de 970 kilómetros que conecta Varsovia (Polonia) con Tallin (Estonia), atravesando Lituania y Letonia. Esta ruta no solo facilita el transporte entre estos países, sino que también es un elemento estratégico para la OTAN, permitiendo el rápido desplazamiento de tropas en apoyo a los países bálticos. La ruta incluye tramos con solo dos carriles, pero existen planes de expansión para mejorar la capacidad de tráfico. E67 se extiende desde Praga (República Checa) hasta Finlandia, incluyendo el cruce en ferry, y es esencial para la conectividad regional. El corredor de Suwalki, la franja estrecha de terreno entre Bielorrusia y Kaliningrado, es un punto clave en este contexto.