El presidente estadounidense Donald Trump tuvo una reunión sin precedentes con el líder sirio Ahmed al-Sharaa en la Casa Blanca, marcando el primer encuentro de este tipo entre los presidentes de los dos países desde la independencia de Siria en 1946. Trump le preguntó a al-Sharaa cuántas esposas tiene, a lo que este respondió que tiene una, y Trump bromeó diciendo que "ustedes, chicos, nunca se sabe".
Al-Sharaa, un excomandante de Al-Qaeda, había sido considerado un "terrorista internacional designado" hasta hace poco, y Washington retiró la recompensa de diez millones de dólares por su cabeza. La reunión tuvo lugar en el contexto en el que el Departamento del Tesoro de EE. UU. suspendió temporalmente las sanciones impuestas al antiguo régimen de Bashar al-Assad. Al-Sharaa expresó su deseo de reconstruir y reunificar Siria, y los funcionarios estadounidenses declararon que Siria podrá reanudar las operaciones de su embajada en Washington para fortalecer la cooperación en la lucha contra el terrorismo.
Fuentes