Ahmed al-Sharaa, el presidente sirio, ha llegado a Washington para una visita oficial, apenas dos días después de que EE. UU. le levantara el estatus de terrorista global. Antes de su llegada, las autoridades sirias anunciaron la detención de 71 sospechosos del grupo ISIS, junto con la confiscación de armas y explosivos. Al-Sharaa, que lideró una alianza rebelde que derrocó a Bashar al-Assad, se reunirá con el presidente Donald Trump para discutir los esfuerzos conjuntos para combatir los remanentes de ISIS en Siria.
Además, al-Sharaa ha sido eliminado de la lista de funcionarios sospechosos de apoyar a grupos extremistas, tras los avances realizados por el liderazgo sirio. A pesar de su pasado controvertido, incluidos vínculos con al-Qaeda, al-Sharaa se propone liderar un gobierno moderado que gane el apoyo de diversos grupos étnicos en Siria. Sin embargo, la reciente violencia entre las tribus sunitas y las milicias drusas plantea preguntas sobre la capacidad del gobierno liderado por HTS para restablecer la estabilidad en un país afectado por la guerra durante más de una década.
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