El descubrimiento tuvo lugar el 22 de octubre, después de que los colegas del hombre alertaran a las autoridades, preocupados porque no se había presentado a trabajar durante cinco días. Los bomberos rompieron la puerta y encontraron a la familia fallecida, incluida su gata, que murió a causa del gas tóxico. La tragedia fue provocada por una avería en la caldera de calefacción, y el humo se dispersó durante la noche. Los vecinos no notaron nada inusual, creyendo que la familia estaba de viaje. El alcalde de Canaro describió a la familia como respetada e integrada en la comunidad, mencionando que la administración local cubrirá los costos del entierro. La familia Bălănuță había estado viviendo en Italia durante casi 20 años, y la esposa y la hija habían obtenido la ciudadanía italiana, mientras que el padre estaba a la espera de la aprobación. Los bomberos recomiendan la instalación de detectores de monóxido de carbono en los hogares para prevenir tales tragedias.
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