
Steven Pifer, exembajador de EE. UU. en Ucrania, ha expresado preocupaciones sobre los esfuerzos de la Casa Blanca para mediar en el conflicto ruso-ucraniano, subrayando que son insuficientes y mal calibrados. Considera que la cumbre planificada en Budapest podría ser una trampa para Ucrania y una oportunidad para Vladimir Putin. Pifer criticó a la administración Trump por la presión sobre Ucrania para aceptar concesiones territoriales, subrayando que renunciar a territorios en Donbás debilitaría la defensa de Ucrania.
También destacó la falta de consistencia de Washington en la aplicación de sanciones contra Rusia, lo que alimenta los cálculos del Kremlin. Pifer recomendó a Ucrania que no rompa los lazos con Washington, sino que busque alternativas de apoyo en Europa, teniendo en cuenta las escasas posibilidades de que Trump se convierta en un mediador eficaz. Concluyó con un llamado a la preparación exhaustiva de las reuniones con Putin y a la aplicación de consecuencias reales por las acciones de Rusia.