El 20 de octubre, dos refinerías europeas, una en Százhalombatta en Hungría y otra en Ploiești, Petrotel-Lukoil en Rumanía, sufrieron explosiones casi simultáneas, suscitando preguntas sobre las causas de las mismas. La refinería en Hungría fue afectada por la tarde, y el incendio se apagó rápidamente, sin víctimas. En cambio, la explosión en Petrotel-Lukoil hirió gravemente a un trabajador.
Ambas refinerías tienen vínculos con Rusia, Százhalombatta siendo la única refinería en Hungría que procesa petróleo ruso, mientras que Petrotel-Lukoil es una filial del grupo Lukoil. Las investigaciones de las autoridades no excluyen la hipótesis de un acto deliberado, error humano o problema técnico. Estos incidentes ocurrieron después de un acuerdo europeo sobre la prohibición de importaciones de gas ruso hasta 2028, en el contexto en el que Hungría y Eslovaquia continúan importando energía de Rusia.
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