El miércoles, decenas de reporteros entregaron sus credenciales de acceso y abandonaron el edificio del Pentágono en señal de protesta contra las nuevas restricciones impuestas por el secretario de Defensa, Pete Hegseth. Estas reglas, consideradas por el gobierno como "de sentido común", exigen que los periodistas obtengan aprobación para cualquier información que deseen publicar, arriesgando la pérdida de su acreditación en caso contrario. Aproximadamente 40-50 periodistas se fueron juntos, incluidos importantes agencias de noticias como Reuters y The Associated Press, que se negaron a firmar las nuevas reglas. Las críticas a estas medidas también provienen del interior de la comunidad de prensa, donde muchos consideran que las nuevas reglas amenazan la libertad de prensa. Hegseth, ex periodista, ha sido acusado de limitar el flujo de información y de adoptar una política de transparencia restrictiva. Aunque algunas agencias de noticias han aceptado las nuevas reglas, la mayoría ha prometido que continuarán cubriendo la actividad militar, independientemente de las restricciones. Los abogados especializados en derechos de prensa han señalado que estas medidas podrían violar la protección ofrecida por la Primera Enmienda de la Constitución de EE. UU.
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