Maldivas ha adoptado una ley que prohíbe no solo los cigarrillos clásicos, sino también los cigarrillos electrónicos y los dispositivos de vapeo. Los comerciantes están obligados a verificar la edad de los compradores, y las multas por no cumplir con esta regla pueden superar los 3.000 dólares. Las autoridades locales subrayan que el objetivo de esta medida no es castigar a los fumadores, sino proteger a las nuevas generaciones y promover un estilo de vida saludable. La ley se aplica a los jóvenes nacidos después de 2007, quienes no pueden comprar ni usar productos de tabaco. Con esta decisión, Maldivas se convierte en un ejemplo global en la lucha contra el tabaquismo, siendo el primer país en implementar tales restricciones integrales, mientras que otros países, como Nueva Zelanda y el Reino Unido, discuten medidas similares.
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