El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, solicita ayuda de Rusia, China e Irán para consolidar su defensa militar, en el contexto del aumento de la presencia militar estadounidense en el Caribe.

Nicolás Maduro, el presidente de Venezuela, ha contactado a Rusia, China e Irán para fortalecer la defensa militar del país, tras el aumento de la presencia militar estadounidense en la zona del Caribe. EE. UU. justifica esta presencia mediante la lucha contra el tráfico de drogas, pero Maduro la percibe como una amenaza a la soberanía de Venezuela. Rusia, un aliado tradicional, juega un papel esencial en los sectores de defensa y petróleo de Venezuela, generando ingresos significativos de la producción de petróleo. Sin embargo, el compromiso de Moscú podría estar limitado debido a su implicación en Ucrania. China apoya a Venezuela a través de inversiones y el desarrollo de capacidades de radar, mientras que Irán ofrece suministros militares, incluidos drones. Estas dinámicas tienen implicaciones para los mercados energéticos globales, dado que Venezuela produce aproximadamente 107,000 barriles de crudo al día. Los analistas sugieren que, aunque Rusia podría ofrecer apoyo simbólico, su capacidad de intervención es limitada, y EE. UU. continuará monitoreando estos desarrollos, considerando posibles sanciones y acciones diplomáticas futuras.