Nicolás Maduro, el presidente de Venezuela, reunió el lunes a cientos de miles de seguidores en Caracas, donde bailó sobre un remix de sus propios eslóganes pacifistas, demostrando que no se deja intimidar por las amenazas de intervención estadounidense. El mitin estuvo marcado por el entusiasmo de la multitud, que agitó banderas venezolanas y aclamó al líder de 63 años, vestido con un sombrero rojo similar al que usaba Donald Trump. Maduro prometió que permanecerá "para siempre al servicio del pueblo" y subrayó su determinación de ganar frente a los adversarios.
En el contexto de las crecientes tensiones, el presidente estadounidense convocó al Consejo de Seguridad Nacional para discutir sobre Venezuela, y Trump mencionó que EE. UU. podría apuntar a "los narcotraficantes venezolanos" en operaciones terrestres. Esta situación tensa fue amplificada por un ultimátum que Trump supuestamente le habría dado a Maduro para que abandonara el poder.
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