El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, reaccionó irónicamente a los comentarios del canciller alemán Friedrich Merz, quien hizo declaraciones consideradas ofensivas hacia la ciudad de Belém, sede de la Conferencia de la ONU sobre el cambio climático (COP30). Merz afirmó que los periodistas que lo acompañaron en Brasil estaban encantados de regresar a Alemania, sugiriendo que Belém no es un lugar atractivo. Lula respondió que Merz debería haber disfrutado de la cultura local y subrayó que Berlín no ofrece la misma calidad de vida que Pará.
Críticas hacia Merz también vinieron del gobernador del estado de Pará y del alcalde de Belém, quienes denunciaron los prejuicios del canciller. Posteriormente, un portavoz de Merz expresó su pesar por la falta de tiempo que le impidió apreciar la belleza de la región. Lula insistió en la importancia de organizar la COP30 en la Amazonía, a pesar de las críticas relacionadas con la infraestructura.
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