 
            En el contexto de la polarización política y de las amenazas en su contra, algunos miembros importantes de la administración Trump, como Stephen Miller, Marco Rubio y Kristi Noem, han optado por mudarse a barrios militares en la zona de Washington. Esta decisión fue influenciada por las protestas y las amenazas de violencia, como el incidente en el que Katie Miller, la esposa de Stephen, fue abordada por una manifestante.
Estos oficiales se benefician de la protección del ejército, lo que subraya una separación cada vez mayor entre la clase política y el público. Además, la escasez de viviendas para los oficiales militares se ha convertido en un problema, y las mudanzas pueden reducir los costos de seguridad personal. Esta situación refleja una tendencia preocupante en la que el ejército se convierte en un elemento central en la política interna, lo que plantea interrogantes sobre la democracia y la seguridad.
Fuentes
 
                             
                             
                             
             
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