La prensa rusa ha sugerido que el ministro de Relaciones Exteriores, Serguéi Lavrov, habría caído en la desgracia del Kremlin, pero el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, ha rechazado estas especulaciones, afirmando que Lavrov sigue llevando a cabo su trabajo. Lavrov, que ha dirigido el Ministerio de Relaciones Exteriores durante más de 20 años, estuvo ausente de una importante reunión del Consejo de Seguridad de Rusia, lo que alimentó los rumores sobre una posible caída en desgracia.
Además, fue reemplazado como jefe de la delegación rusa en la cumbre del G20, una decisión tomada por el presidente Putin. Lavrov tuvo una conversación fallida con el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, que llevó a la cancelación de la cumbre Putin-Trump, y fuentes han indicado que la postura intransigente del Kremlin fue un factor en este fracaso. Lavrov continuó utilizando un discurso agresivo, caracterizando al régimen de Kiev como "nazi" y exigiendo abordar las causas profundas del conflicto en Ucrania.
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