 
            El presidente Donald Trump y la primera dama Melania organizaron una fiesta de Halloween en la Casa Blanca, donde cientos de invitados, incluidos niños disfrazados de superhéroes y diversos personajes, se reunieron en el césped sur. La pareja presidencial apareció en atuendos casuales, sin disfraces, y repartió dulces como barras Hershey y Twizzlers.
La fiesta tuvo lugar a pesar de un reciente viaje de Trump a Asia y de un cierre gubernamental en curso. Aunque los aranceles impuestos a las importaciones de China han afectado los precios de los disfraces, la Casa Blanca fue decorada festivamente con flores de otoño y calabazas esculpidas. Entre los participantes se encontraban niños de miembros del ejército y del personal de la Casa Blanca, y la atmósfera fue jovial, con el presidente interactuando con los niños y admirando sus disfraces.
Fuentes
 
                             
                             
                             
             
             
             
             
             
             
    