La capital de India, Nueva Delhi, estuvo el martes cubierta por una densa capa de contaminación tóxica después de una intensa noche de fuegos artificiales y petardos con motivo del festival Diwali.

En Nueva Delhi, el nivel de micropartículas PM2.5, las más peligrosas para la salud, alcanzó 846 microgramos por metro cúbico, 56 veces por encima del límite diario recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), según la empresa IQAir. Aunque la Corte Suprema ha relajado las prohibiciones sobre los fuegos artificiales, las restricciones anteriores han sido en gran parte ignoradas.

Los fenómenos atmosféricos específicos del invierno bloquean el aire frío, impidiendo la dispersión de la contaminación proveniente del tráfico, la industria y las quemas agrícolas. El gobierno ha implementado medidas para combatir la contaminación, incluyendo asegurar un suministro constante de electricidad y planificar la estimulación de la lluvia a través de 'siembra de nubes'.