La cámara baja del Parlamento justificó estas medidas como necesarias para proteger a los niños de contenidos perjudiciales para su salud y desarrollo. Las enmiendas prohíben la difusión de información que haga apología de la pedofilia y de orientaciones sexuales no tradicionales, una medida inspirada en la legislación similar de Rusia. Organizaciones no gubernamentales, como Human Rights Watch y Amnesty International, han pedido el rechazo de estas enmiendas, denunciando las restricciones sobre las libertades civiles en Kazajistán. El presidente Qasym-Jomart Toqaev criticó anteriormente los valores morales "supuestamente democráticos" impuestos por las ONG, subrayando una tendencia hacia la cercanía con Occidente, a pesar de los lazos con Rusia y China.
Fuentes