20 julio 09:55
Internacional
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Kabul se encuentra en una situación crítica, convirtiéndose en la primera capital moderna en riesgo de quedarse completamente sin agua potable. El cambio climático, el crecimiento demográfico y la mala gestión han provocado que más del 40% de los pozos perforados se sequen y el 80% del agua disponible esté contaminada. Las familias se ven obligadas a excavar pozos inseguros o a pagar por camiones cisterna, mientras que la inestabilidad política y los bloqueos de la ayuda exterior empeoran la situación. No se trata sólo de una crisis del agua, sino también de una crisis sanitaria y humanitaria con efectos devastadores en la salud y la educación de los niños.