
El ministro británico de Defensa, John Healey, ha anunciado que el Gobierno británico permitirá a las Fuerzas Armadas derribar drones que sobrevolan bases militares, como parte de las nuevas medidas de seguridad. Esta decisión llega tras recientes incidentes en Polonia, Dinamarca y Alemania, donde drones, sospechosos de ser rusos, han causado perturbaciones significativas, incluyendo la paralización del aeropuerto de Múnich. Healey subrayó que estas medidas son necesarias para proteger a la población británica, teniendo en cuenta la intensificación de la agresión rusa y los riesgos crecientes para la seguridad de Europa.
Hasta ahora, el protocolo militar británico solo permitía la desviación o el bloqueo de drones, y su derribo solo estaba permitido en circunstancias excepcionales. Las nuevas regulaciones ampliarán significativamente la capacidad de respuesta de las fuerzas armadas, permitiéndoles intervenir directamente contra drones que puedan representar una amenaza. Anteriormente, se habían reportado drones de origen desconocido cerca de algunas bases aéreas británicas, y se está llevando a cabo una investigación conjunta con las fuerzas estadounidenses. A nivel europeo, se han iniciado proyectos para proteger infraestructuras críticas contra drones.