Dos ciudadanos franceses fueron condenados el martes por un tribunal en Irán a penas severas, sumando decenas de años de prisión, por acusaciones que las autoridades francesas consideran completamente infundadas. Pascal Confavreux, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de París, ha solicitado su liberación inmediata.
El primer acusado recibió una sentencia de 6 años por espionaje, 5 años por conspiración contra la seguridad nacional y 20 años de detención en exilio por cooperar con los servicios de inteligencia israelíes. El segundo fue condenado a 10 años por espionaje, 5 años por conspiración y 17 años por complicidad en la cooperación con los mismos servicios. Las autoridades francesas afirman que los dos están encarcelados en condiciones duras en la prisión de Evin y no reciben la protección consular adecuada, mientras que Irán rechaza las acusaciones formuladas.