Paul Costelloe, un nombre emblemático en el mundo de la moda, falleció recientemente en Londres, rodeado de su familia, tras una breve enfermedad. El diseñador irlandés tuvo una carrera de cuatro décadas, siendo una presencia constante en la London Fashion Week y convirtiéndose en el diseñador personal de la princesa Diana en 1983, colaboración que duró hasta 1997.
Costelloe nació en Dublín en 1945 y estudió en la Chambre Syndicale de la Haute Couture en París, teniendo posteriormente experiencia en Milán y Nueva York. En Londres, desarrolló una marca de éxito, ofreciendo colecciones variadas de ropa, accesorios y joyas. El viceprimer ministro de Irlanda, Simon Harris, destacó su impacto significativo en la industria de la moda, llamándolo una figura destacada en la moda irlandesa e internacional.