Esta situación, que dura 30 días, compromete los fondos necesarios para los desplazamientos operativos, esenciales en las reuniones con informantes o sujetos de investigación. El exagente del FBI Tom Simon subraya que la falta de fondos para informantes compromete las fuentes de información en tiempo real, afectando así la seguridad nacional. El FBI ha reconocido el impacto del bloqueo en sus operaciones, y el portavoz ha declarado que las políticas gubernamentales actuales ponen en peligro los esfuerzos de aplicación de la ley.
El cierre del gobierno ha llevado a despidos temporales para cientos de miles de empleados, afectando también la recolección de datos económicos y los programas de ayuda. Aunque la administración Trump busca soluciones para continuar los pagos a las fuerzas del orden, los empleados del FBI permanecen sin financiamiento completo, lo que complica la gestión de casos y el mantenimiento de la colaboración con informantes.
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