La Orden n.º 599 del Consejo de Ministros de la República de Bielorrusia impone restricciones severas sobre el transporte internacional, afectando a los remolques, semirremolques y automóviles polacos. Solo se exceptúan los transportes de correo, medicamentos, animales y bienes humanitarios.
Esta medida fue adoptada como reacción a las acciones consideradas hostiles de los países occidentales, en el contexto de la reapertura parcial de los puntos de cruce fronterizo por parte de Polonia y Lituania. Los transportistas lituanos advierten que las restricciones podrían llevar a pérdidas económicas significativas, estimando una disminución de aproximadamente mil millones de euros en ingresos anuales.
Además, Lituania ha restringido aún más el tráfico en ciertos puntos fronterizos, afectando a decenas de miles de pasajeros y vuelos. El conflicto actual es parte de una serie de tensiones entre Polonia, Lituania y Bielorrusia, con cierres repetidos de los puntos de cruce fronterizo. El transporte ferroviario sigue siendo la única opción comercial viable entre Polonia y Bielorrusia, pero solo para mercancías.