9 octubre 09:59
Internacional
Foto: TQS / Alamy / Profimedia
Arabia Saudita ha utilizado Twitter no solo para seguir a disidentes, sino también para expandir su influencia en Silicon Valley, invirtiendo miles de millones en empresas tecnológicas. El régimen ha infiltrado la plataforma, teniendo empleados que han proporcionado datos sobre usuarios críticos. Esta estrategia ha sido parte de los esfuerzos por limpiar su imagen y controlar la información.
Después de la adquisición de Twitter por parte de Elon Musk, los lazos con los inversores saudíes se han consolidado, y la plataforma se ha convertido en un instrumento de represión y propaganda, planteando preguntas sobre la influencia extranjera y la libertad de expresión.